¡NO te quiero vender!

Uncategorized Feb 29, 2024

Dar las sesiones de coaching gratuito no son un intento de caer bien al cliente ni un intento de que sean mis seguidores por siempre y más.

La meta tampoco es sacarle una lana a todos los que se sienten perdidos o estancados. 

Un buen coach, en mi opinión, debe de dar lo que el cliente NECESITA y eso no siempre es lo más obvio.
A veces eso implica venderles un programa pero a veces el MEJOR REGALO para el cliente es exactamente lo opuesto: NO VENDERLE. 

Si te voy a dar una sesión de coaching gratuito, es un regalo PARA TI. Es mi deber darte lo que tú necesitas, no tratar de conseguir que tú me des lo que YO NECESITO.

¿o no?

Como coach no necesito la aprobación de mis clientes, no necesito caerles bien, es más, es probable que a veces NO les caiga  tan bien.

Desde hace varios meses he regalado varias sesiones de coaching y he aprendido algunas cosas claves. 


Hoy te quiero compartir 5 situaciones en las que supe que NO VENDER mi programa era el regalo más grande para el cliente. 


SITUACIÓN 1 / Cuando no me siento respetada o cómoda con alguien.

Ni siquiera voy a entrar en detalles de lo que me hace sentir incómoda o no respetada porque es irrelevante. Pero es suficiente que yo me sienta incómoda con alguien para saber que no sería una buena decisión seguir adelante con un programa de paga. 
Hace mucho que no me sucede. Desde que lo definí y lo comencé a respetar para mi, ya nunca más alguien cruzó la línea. 

>>> Establece tus reglas de comodidad y despide a quienes no las respetan. Si no te respetan en lo gratuito, menos lo harán en la parte pagada. 

 

SITUACIÓN 2 / Cuando no hay espacio para el coaching en sí

Algunas personas llegan a una sesión de coaching gratuita esperando que confirme que lo que están haciendo está bien y ya. No vienen por el coaching, vienen por mi aprobación. 

Llegan con estrategias elaboradas y detalladas ya en proceso. En ese caso no hay mucho que pueda hacer más que decir: ¡síguele!

De nuevo: no es una situación común pero sucede. 

 

SITUACIÓN 3 / Cuando viven la vida a través de los pretextos

Estos casos son los más frecuentes de todos. Por lo general empiezan la llamada con un pretexto de porque llegaron tarde, de porque no están peinados, vestidos, están en el coche… y es probable que se irán acumulando los pretextos en el resto de la conversación y también con ese mismo modo recibirán las soluciones sugeridas. 

Hay una ley muy clara para mi: 

Todo lo que hacemos, lo hacemos de la misma manera.

Así como se presentan en una llamada, es cómo se presentarán en mi programa, eso es un hecho. Si en la llamada hay muchos pretextos, puedes estar asegurada que también al tomar tu curso o coaching habrá muchos pretextos. Con pretextos no se puede avanzar. 

Así que para no nutrir del mismo modo, no les vendo. Cuando estén listos para dejar atrás los pretextos, podremos trabajar. 

Algunos podrían decir que justo es el trabajo del coach de disolver esos pretextos y eso digo: sí pero no. Hay límites y el coach solo puede hacer el 50% del trabajo, el otro 50% del trabajo lo pone el cliente. Debe haber una disposición de soltar los pretextos aunque sea un poquito. 

 

SITUACIÓN 4 /  Cuando no me dejan hablar

Hay personas que entran en una sesión de coaching y al instante nace un monólogo por parte de ellos. Literalmente no dejan espacio en la conversación para una respuesta.  A veces va de la mano que las pocas preguntas que si puedo hacer son respondidas con relatos detallados que distraen de la esencia del problema. 

Como coach suelo interferir un par de veces (porque pueden ser los nervios o el miedo al silencio)  para llegar a la esencia pero tal como con los pretextos, la persona llega a una llamada como llega a comprar pan y como llega a estar en un programa de coaching: dejando poco espacio para el otro. 

 

SITUACIÓN 5 / Cuando falta compromiso con uno mismo y por ende su sueño

Este punto fue aportado por Diana, mi co-coach que ha estado en muchas de las llamadas de coaching que hemos dado y es una super coach. 

La falta de compromiso es una tristeza que desafortunadamente es muy común. 

Somos adultos y somos responsables de lo que hacemos con nuestras vidas y negocios. Reclamar al otro por tus insatisfacciones ya no se vale, no te llevará a nada. No somos niñas. 

Lo que tienes es con lo que te has comprometido. Lo que no tienes aún se puede trabajar si te comprometes.

Hay mucha gente que en teoría te dice que en una escala de 1-10, su compromiso con su sueño es un 10 pero cuando llega la práctica les gana la comodidad, los pretextos y el miedo de cambiar. No tiene nada de malo pero es probable que no sacarán los resultados. Debe de haber una pequeña apertura en su ciclo vicioso.

Necesito adultas en mis programas que asuman el compromiso y la responsabilidad. 

 


Resumen: 


Ninguno de los puntos anteriores lo considero ‘malo o bueno’, solo son. Como coach es importante definir dónde y cómo puedes hacer el mejor trabajo posible. En mi caso necesito que el alumno aporte el 50%, tiene que tener una apertura en su ciclo vicioso con lo cual podemos trabajar y tiene que llegar respetando el tiempo, la energía y el espacio del otro. 

Estos son mis requisitos para hacer mi mejor trabajo.

Si alguno de los puntos anteriores te movió por dentro, tómalo como una invitación de auto-exploración.

 

Un abrazo.

Justine

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