Una tormenta de nieve estaba envolviéndonos en neblina y viento.
El hielo volaba y me cortaba la cara, la neblina era tan densa que ya no podía ver ni a mis amigos, ni mis propias manos.
Era una adolescente de vacaciones para hacer snowboarding cuando la tormenta nos agarró arriba de la montaña.
Por más que intentábamos bajar snowboardeando, no se podía.
No podías ver a nadie, ni a nada.
Todo se veía blanco y nos teníamos que gritar para no perdernos.
La tormenta intensificó y nos quedó claro que seguir en el snowboard era demasiado peligroso, de por sí nos estábamos perdiendo porque no nos podíamos ver. Así que nos quitamos los snowboards y decidimos bajar caminando. Como no podías ver ni 15 cm en frente de ti, decidimos poner la mano en el hombro del amigo de en frente y así hicimos una fila conectados (en la otra mano cargabas tu snowboard).
Yo iba hasta el final de la fila pero era la única sin goggles para la nieve. Los míos se h...
50% Complete
Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit, sed do eiusmod tempor incididunt ut labore et dolore magna aliqua.