Estoy enojada 😡

aprende a pedir soltar el control Mar 28, 2022

Mi pecado favorito está bien presente hoy. Estoy enojada, muy enojada . Por todo y por nada.

Bueno, en realidad, me causa enojo que tengo que ir contracorriente con mi personalidad para que las cosas sucedan.

Solía controlar situaciones y resultados con todo mi ser (¿Dónde están mis hermanas controladoras? ). Te conté hace unas semanas que estoy en una fase de soltar soltar soltar control.

La razón por la que estoy soltando control es porque quiero despertar mi poder de recibir.

Quiero que las cosas me lleguen con menos esfuerzo, menos sufrir, menos drama. No quiero siempre seguir controlando. Quiero conectar más con mi poder merecedor.

Llevo en total unos 6 meses experimentando con el poder de recibir y de todo y mucho ha pasado.

De todo ha pasado fuera de mi control.

¿La diferencia ahora?

No he respondido CONTROLANDO, he respondido ACEPTANDO.

Lo raro es que la misma aceptación, la misma falta de control, me despierta emociones fuertes. Tristezas profundas, enojos explosivos, rachas de amor ardiente…

En realidad no tiene nada de raro, es la razón por la que controlaba todo: EVITAR SENTIR LA INTENSIDAD DE MIS EMOCIONES.

Ahora que siento mucho más al fondo las cosas, también puedo volver a tocar mi poder de recibir.

Así que simultáneamente con soltar el control he tomado acción para activar mi naturaleza femenina de recibir.

¿Cómo he practicado recibir?

Me uní a un grupo de 10 mujeres sensibles y poderosas que se sostienen entre ellas.
Es un proceso intenso de dar y recibir con ellas a lo cual me estoy adaptando poco a poco. Con ellas tengo llamadas casi a diario para meditar, platicar, sentir, conectar, descargar, recargar, dejar fluir, reconocer y concretar sueño RECIBIENDO. No las conozco pero están ahí sosteniéndome en mi proceso de soltar. Me da miedo, estoy procediendo con precaución pero llevo suficiente tiempo en este planeta de tormentas emocionales para entender que lo que te da miedo es lo que genera el cambio que deseas y tu alma lo sabe. Así que cuando llegó esta invitación, negarla no era opción. No confundas miedo con intuición. Son 2 cosas distintas.
Comencé a pedir.

¡Cómo cuesta PEDIR lo que deseamos! Siempre se me olvida que dar me encanta porque me hace sentir bien, significativa, aportando, importante, amada, presente. Si yo pido y la otra persona puede y desea dar, no le estoy quitando nada, le estoy haciendo sentir lo mismo que lo que siento cuando doy.

Ejemplos de pedir: Me regalaron una cámara bien chingona cuando la pedí. He pedido ser escuchada y sostenida cuando sucedió lo de la bolita en mi pecho. Me escucharon y me sostuvieron.

En este mismo momento estoy trabajando en PEDIR algo que en mi mente y corazón es GIGANTE. Ya te contaré después.

3. Permito el caos

Amo el caos creativo pero odio caos logístico. Logísticamente quiero saber qué pasará y cuando pasará y cómo pasará porque necesito prepararme emocionalmente. No me gusta ser sorprendida por emociones que no puedo contener (aprendí muy chiquita que mis emociones intensas incomodan y me enseñaron a frenarlas, ¡ouch!).

Un paso gigante en DEJAR DE CONTROLAR es permitir el caos, permitir lo impredecible porque lo impredecible también puede contener soluciones más sencillas, fáciles y creadas por otros. Yo no siempre tengo que ser la responsable que aporta las soluciones, las soluciones pueden llegar solas y por manos de otros.

Ejemplos: He llegado tarde (¡cosa que no sucedía!), he olvidado citas (¡jamás me pasaba!), he dejado que los niños se peleen sin interferir, y permitido que mi esposo se encargue de más cosas, me he puesto a leer cuando ‘debería’ de estar limpiando la casa que estaba hecha una porquería y he visto Netflix teniendo platos sucios no lavados.

Las controladoras me van a entender. He dejado en paz a la vida natural y sus procesos sin andar responsabilizando de todo y de todos.

4. Reconocer lo que hay.

Ya recibimos, el universo ya nos sostiene, soluciones para nuestros problemas ya existen... No verlo por miedo, por prisa, por escasez, por falta de confianza... Es lo que nos hace creer que NO están.

Estoy viendo, observando, reconociendo cada día un poco más que la abundancia ya está aquí, que ya estoy recibiendo, que las cosas de por si salen a mi favor (controlando o no), que puedo confiar, que estamos rodeados de gente que nos ama…

Xo,

Justine